Hace seis años, en el verano de 2007, tuve el enorme privilegio como periodista (y como admiradora, leñe) de entrevistar a Juan Antonio Cebrián, el creador y director durante diez años de uno de los programas de culto de la radio española, La Rosa de los Vientos. Cuatro meses después, perdíamos a uno de los mejores comunicadores del periodismo, a un hombre del renacimiento, apasionado, curioso y que no se rendía ante nada.
Seis años después de su pérdida, que a muchos nos dejó huérfanos también como referente profesional, me gustaría honrarle con esa entrevista en los jardines de El Retiro, acompañados por su compañera de trabajo y de vida Silvia Casasola, y que yo sepa inédita hasta este momento.
¡Fuerza y honor, maestro Cebrián!
La foto, que demuestra lo friki que puede llegar a ser una, la realizó Josefina Bueno, la fotógrafo de la agencia que me acompañó entonces y satisfizo mis deseos de quedar inmortalizada junto a Cebrián.
Es la voz profunda que dirige y presenta cada fin de semana en la madrugada “La Rosa de los Vientos”. Este ya mítico programa radiofónico cumple este año una década de ediciones con alguna interrupción, pero con una audiencia fiel aficionada a los enigmas de todo tipo: de la ciencia y sobre todo de la historia. Para celebrarlo, Juan Antonio Cebrián, el cerebro del mito radiofónico, ha reeditado uno de sus primeros libros: “Pasajes de la historia: de la batalla de la Termópilas al barón rojo”. Refleja en papel lo que cada fin de semana relata ante los muchos oyentes que se concentran alrededor de la hoguera. Juan Antonio Cebrián ha puesto en escena más de 400 pasajes históricos durante estos diez años sin un sólo papel de apoyo y con un gran rigor histórico y mucha imaginación, haciendo divertido lo que años atrás era una pesada materia.
A pesar de su satisfacción por tantos años al calor del horario mágico de la madrugada, este comunicador sólo apuesta de momento por una temporada más de “La Rosa de los vientos”. Mientras dure, su inconfundible voz y su buen humor deleitarán a los fieles de un programa por el que han pasado personalidades como Fernando Jiménez del Oso. Lo que sí augura, es un próspero año 2008 en el terreno editorial con dos nuevos libros. Uno versará sobre las mujeres de la historia y otra sobre héroes españoles.
¿Qué van a encontrar los lectores en esta nueva edición de “Pasajes de la Historia”?
Sobre todo van a encontrar un trocito de mi corazón porque son pasajes que tengo muy interiorizados. Este libro lo publiqué en el año 2000 y me dan la oportunidad de volver a revisarlo y cuidarlo un poco más. La reedición ha sido muy difícil porque he tenido que cambiar muchas cosas que por mi juventud y mi prisa quedaron mal. Ahora con la tranquilidad y la distancia suficiente, he retocado muchas cosas. Por ejemplo, Lucrecia Borgia es totalmente distinta.
La historia había sido aburrida hasta que la acercaste a la radio. ¿Cuál es tu secreto?
Para mí la historia nunca ha sido aburrida porque llevo desde los ocho añitos leyendo biografías, enciclopedias y libros relacionados con la historia. Los he comprado hasta a plazos con mi paga. La historia es algo que deberíamos conocer a fondo porque es bonita y enseña muchas cosas.
Además de Amenofis IV, con quien tú mismo te identificas en “La Rosa de los Vientos”, ¿en qué personaje te gustaría reencarnarte?
(Ríe) En Amenofis IV no me puedo reencarnar porque ya soy su momia. Este me parece un personaje muy interesante que quiso hacer muchas cosas en el Antiguo Egipto, que nos ha legado mucha historia, y sobre todo nos dejó a su hijo Tutankamón. Este sí que nos dejó páginas y páginas para escribir. Pero si tuviese que reencarnarme en algún personaje, recurriría a la épica: Leónidas, rey de Esparta. Me encantaría repetir su mítica frase: “Griegos, esta noche cenaremos con Hades en el infierno” y vivir aquellos maravillosos momentos, si no como protagonista, sí estar allí tomando notas. Para hacer un pasaje, por supuesto.
¿Cuál es tu pasaje favorito?
En la radio sería sin duda Napoleón. Fue mi primer pasaje y a él le debo mucho porque me animó a seguir hasta los más de 400 que llevo hechos. Desde entonces, mi amigo y colaborador Carlos Canales y yo, estamos discutiendo acerca de las circunstancias que rodearon al emperador. En el libro sería Leónidas porque en la primera edición lo hice sin darle el carácter mítico que me hubiese gustado. Con la película, me he permitido el lujo de dárselo y creo que ha quedado muy interesante.
¿Recuerdas algún profesor que te inculcara el amor por la historia?
Desgraciadamente no. Fue todo autodidacta. Digo desgraciadamente porque debería haber profesores que ilusionasen a las nuevas generaciones dándoles unas guías a seguir.
Los pasajes radiofónicos los haces sin ninguna guía, ni papel. ¿Cómo lo consigues?
Es que tengo la historia muy interiorizada y sus personajes son viejos conocidos. Hay que tener en cuenta que son pasajes con los que he compartido toda mi vida, cómo no voy a conocerlos bien. Muchas veces me preguntan cuánto tiempo he dedicado a crear los pasajes. ¡Pues treinta años! (Ríe). Claro, desde los ocho años estoy leyendo y documentándome sobre personajes históricos.
¿Qué balance haces de estos diez años de “La Rosa de los Vientos”?
Cuando empecé no podía imaginarme que íbamos a estar todo el tiempo que llevamos y mucho menos que tuviese tanto éxito. Ni tampoco que recibiésemos tanto cariño por parte de los oyentes. Casi he renunciado a que me escuchen en directo porque todo el mundo lo hace a través del podcast. Hemos llegado a tener más de 100.00 descargas. Cuando me dicen que el programa está en el ranking de los más descargados, me sigue sorprendiendo. Noto que hay mucha gente que nos escucha desde el Ipod porque nos envían consultas de temas que a lo mejor hemos tratado hace un año, pero hay que saber que internet es el futuro y bienvenido sea. Diez años han dado para mucho: 1,500 ediciones. Estoy muy satisfecho y muy agradecido a la lealtad de la gente.
Tus fieles siempre se preguntan lo mismo: ¿vas a dejar el programa para centrarte más en los libros?
Lo que siempre hago es insistir a mis jefes sobre las enormes posibilidades que tendrían “La Rosa” en otros horarios, más decentes. Lo que pasa es que deben estar encantados con lo que hay y no conciben “La Rosa de los Vientos” vespertina. Yo creo que sí tendría posibilidades y buenos resultados. Un año más sí vamos a hacer. Sobre todo porque tengo ilusión por el cumpleaños, que es en septiembre y tenemos muchas cosas preparadas. Este año sí que le vamos a vivir con intensidad. Luego ya veremos.
¿Algún proyecto editorial?
Creo que el 2008 va a ser un año muy heróico porque estoy trabajando en dos proyectos. Uno es sobre mujeres intrépidas de la historia que creo que merecen su sitio y su libro. El otro es sobre héroes. Sobre todo quiero rendir homenaje a esas personalidades de nuestro país que marcaron épica. Incluso biografías anónimas. Desde luego lo vamos a pasar muy bien en el 2008.