sábado, 3 de noviembre de 2012

El niño malo



Érase una vez un niño al que le llamaban malo, vago, desinteresado. De tanto repetírselo, el niño acabó creyendo lo que le llamaban una y otra vez. Tomó su papel y se puso a interpretarlo, tan en serio, que le resultaba muy difícil no hacerlo.

Sus padres, preocupados porque las crisis típicas de las edades se alargaban, lo llevaron al médico y tras descartar que tuviese un retraso, le diagnosticaron "Trastorno Déficit de Atención" TDAH (pero sin hiperactividad). Animados por tener un diagnóstico, comenzaron su tratamiento con J. Burrueco, una psicóloga infantil que les iba a ayudar. Las sesiones empezaron conociendo al niño y con la medicación típica de estos casos. El niño seguía creciendo. Las pastillas hacían su efecto y lo dejaban relajado (¿pero no habíamos dicho que no tenía hiperactividad?) Sin embargo, era incapaz de concentrarse para aprender lo que sus compañeros aprendían.

De tanto intentarlo y viendo que sus profesores no le reconocían nunca los pequeños avances que iba realizando, tiró la toalla. Porque él crecía y se daba cuenta de que todo seguía igual a pesar de tomar la pastilla y de esforzarse. Y la señora Burrueco, que comenzó cuatro años antes un tratamiento que iba a funcionar, no se percató de que había que cambiar el rumbo y apoyar al "niño malo" de otra manera, con trabajo pedagógico. Es más, una sugerencia tomada al vuelo le descolocaba SU DIAGNÓSTICO.

Un día, sus padre no pudieron más: salieron a la calle para dar la voz de alarma y no resignarse a colgar el cartel de "se traspasa" en la vida de su hijo. Fueron al colegio y pidieron medidas. Fueron a los médicos y les pidieron soluciones. Y en esa lucha continúan... despistados, desconfiando pero con más energía que nunca.

Dicen que "el niño malo" ya sabe que no lo es. Dicen que está dispuesto a luchar porque tiene a todo un mundo a su lado. Dicen que es imposible que esto no salga bien, porque está hecho de la mejor materia humana. Dicen, con conocimiento de causa, que será un adulto excepcional a pesar de todo.

Pd: La historia de "El niño malo" es una historia real. Se agradece cualquier información o indicación sobre esta enfermedad. ¡Gracias!

10 comentarios:

  1. Realmente, los niños terminan siendo lo que se espera de ellos. Es increíble.

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    1. Para lo bueno... y para lo malo. Por eso es importante que todos los que los rodeamos creamos en ellos...

      Besos!

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  2. Los médicos se piensan que con una pastilla se soluciona todo, pero no es así. Yo creo, desde mi humilde ignorancia, que al niño se le tiene que dar unas pautas para que aprenda a concentrarse, tiene que llevar una rutina que le haga recordar mejor todo lo que debe hacer y cómo. Y por supuesto, no debemos olvidar el apoyo del entorno.

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    1. Estoy contigo Luthièn. Sobre todo porque igual de más pequeño la química le ayudaba, pero tendrá que ir practicando el autocontrol e ir trabajando habilidades. Pero la sanidad está como está, la educación ni te cuento... Es complicado, pero seguro que lo consiguen ;)

      Besos love!

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  3. Ojalá pudiese ayudar, pero desconozco del todo este tema. Desde luego,ningún niño se merece la etiqueta de "malo". Muchos ánimos para esta familia!
    Besos.

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    1. Lo malo de las etiquetas es que, como el lenguaje, no son inocentes. Crean realidades.

      Muchas gracias Mo. El apoyo es muy importante.
      Mil besos!

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  4. Yo me pregunto como alguien pretende que un niño se concentre cuando, pese a no tener hiperactividad, las pastillas le relajan. Estudie usted en modo modorra, oiga, a ver que tal le va...

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    1. Pues dime tú... Pero bueno, a veces la química funciona y no hay que desterrarla, pero no todo es química en el mundo. Por cierto, cada día estoy más en contra de los medicamentos... Grrrr!

      Cuídate el consti, cielito! Muasssss

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  5. OLE POR ESOS PADRES Y ESE "NIÑO MALO"!!!!por no conformarse,por pelear y apoyar a su niño,porque el sabe que no es malo,que es el entorno el que no sabe comprenderle,el que falla,no el.
    La medicacion debe ser la ultima opcion,y mas con niños,el TDHA es un cajon desatre donde se echa todo lo que no se puede catalogar en otros rangos,no es nada,no es un diagnostico y por lo tanto n ose puede tratar.Hay que saber porque n ose concentra ese niño,puede ser por problemas fisicos,auditivos o visuales,conzco un caso en el que se diagnostico autismo a un niño cuyo unico problema era que tenia los oidos llenos de mocos,hasta que a un pediatra se le ocurrio mandarlo al otorrino con casi 4 años.El niño es normal,habla y se relaciona con normalidad menos de 2 años despues de que le drenaran los oiditos.
    Puede ser un niño de alto rendimiento,como se denominan ahora,y que la falta de concentracion sea aburrimiento puro y duro.
    Puede ser dislexia,entre otros muchos trastornos "menores",de hecho la falta de concentracion es uno de los sintomas de muchisimos otros trastornos.
    O puede ser falta de disciplina,no porque el niño sea malo,si no porque los padres tienen que aprender a imponer ciertas reglas,algo bastante habitual.
    No os cotenteis con ese diagnostico,luchad por conocer realmente cual es el problema para poder atajarlo,y la medicacion puede ser necesaria pero ha de ser siempre una de las ultimas opciones,es mejor sacarlo a correr un rato para que se desahogue y despues sentarse con el a hacer ejercicios de concentracion.
    Y paciencia,mucha paciencia y mucho trabajo...

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    1. ¡Gracias Nuri! Creo que lo peor de estas cosas es la desconfianza que te llegan a provocar los "profesionales". Pero siguen adelante con energías renovadas y buscando paciencia (que eso nos falta a todos los papás a veces jejeje)

      Un besazo guapa!

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