sábado, 17 de noviembre de 2012

La frágil confianza



Me imagino que la confianza es algo parecido a lo de la foto: un conjunto de interconexiones diminutas, casi imperceptibles entre seres humanos. Con una particularidad que no tiene las neuronas: las conexiones son de cristal. Flexibles, pero frágiles. Con la propiedad de poder engrosar los lazos o adelgazarlos. Incluso de romperlos.

No hay comportamientos predefinidos. La confianza se crea, modifica o destruye en base a las percepciones de los individuos con respecto a los comportamientos del resto de individuos con los que están conectados. Por ejemplo, un gobierno tiene millones de conexiones con millones de individuos. Unas más gruesas, otras más delgadas. A diario, miles de ellas, frágiles, finas, imperceptibles se crean. Otras, robustas o débiles, se destruyen. ¿De qué depende de que esas conexiones de cristal se comporten de una manera u otra? De las declaraciones, Consejos de Ministros y de los coches que exhiban los miembros del gobierno (por ejemplo).

Imagino que la conexión de confianza entre una madre y su hijo es robusta, fuerte, prácticamente indestructible desde el lado de la madre. Sin embargo, el hijo, a medida que crece, necesita alimentar ese brazo cristalino entre su madre y él. Porque cuando son pequeños, todas somos heroínas, pero a medida que crecen, nuestros hijos entienden que somos humanas. Depende de nosotros, de nuestras contestaciones, nuestros actos, nuestro cariño, del tiempo que pasemos con ellos, que nuestros hijos también trabajen por mantener una conexión imposible de demoler.

A veces, nos unen a otras personas más de un lazo de cristal. Pueden ser varios. Un número indefinido, tan variado como los motivos por los que confiamos en una persona. Diferentes tamaños, flexibles... Se crean, desaparecen, se rompen en mil pedazos...

Lo complicado de la confianza es que es muy fácil quebrarla, pero es extremadamente difícil recobrarla. Porque todos nuestros movimientos, nuestras miradas, cuentan para construir y destruir. Entonces, ¿cuál es el secreto para mantener nuestra red de interconexiones de cristal frágil en buen estado? Sólo hay que tener claro que, como siempre, resulta mucho más sencillo exterminar que cimentar.

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón. Cuando se rompe, es muy difícil, por no decir imposible, reconstruirla. Hace poco me ocurrió algo así, y me veo incapaz de hacer oídos sordos y seguir como si nada. Yo, cuando doy mi confianza a alguien, lo hago a lo grande. Por ello, cuando la burlan no lo puedo olvidar.

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    1. Es que es algo instintivo. No sé si hay alguna base científica, pero desde luego cuando pasan este tipo de cosas nos ponemos alerta y levantamos barreras. La supervivencia... Espero que al menos lo hayas superado. :)

      Un besazo!

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