domingo, 10 de febrero de 2013

Fotografía: la magia del instante


No, esta vez no me subo al cajón para azotar. Estos días estoy organizando la tonelada de fotos que me he encargado de almacenar durante todos mis años de vida. He robado alguna, y he hecho muchas. Cuando era más joven, hacía auténticas películas. Y eso que había que revelarlas todas sí o sí... ¿Recordáis esas cámaras con carrete? He estado utilizando una de esas hasta hace dos años.

Pues, como decía, he estado organizándolas y hay para todos los gustos: familiares, de la infancia, con amigos, con los que ya no son amigos, con novietes y parejas anteriores, de fiesta, de tranqui, formales, propias, ajenas, enfocadas, desenfocadas, de vacaciones, bonitas y horribles. Bueno, cualquiera que haya vivido la época anterior a las cámaras digitales, sabe de qué hablo.

Además, soy fan de la foto en papel. Aún con una cámara digital, soy capaz de imprimir 1000 fotos (si no me quedo corta) por el placer de tocar, clasificar, observar, apreciar los detalles, el peso del papel fotográfico, los colores... Y con la llegada de la niña, me he vuelto absolutamente loca. Y algunas, para ser sincera, no me salen del todo mal...

Pero no vengo a hablaros simplemente de lo mucho que me gusta hacer fotos. Estos días, mientras pasaban las imágenes de mi vida delante de mis ojos, he comprendido por qué amo hacer fotografías. Cuando he visto las fotografías de hace tantos años, cuando mis sobrinos eran pequeños, he comprendido que lo que realmente intento es agarrar esos instantes. Adoro la sensación de observar el paso del tiempo, de recordar esos momentos, esas sensaciones. Pero me da vértigo pensar que lo olvidaré. Por eso disparo.

Hubo una época en que, cuando visitaba cualquier lugar, lo visitaba a través de la cámara de fotos. Llegó a ser casi enfermizo y me obligué a cortarme, porque mis recuerdos siempre pasaban por el filtro de la máquina.

Más allá de mi capacidad de expresarme en esas fotos, de parapetarme en la máquina, está la magia de poder agarrar ese momento y guardarlo en un bolsillo para siempre. Me pasa con los libros. De pequeña era una habitual de la biblioteca, pero al crecer, me di cuenta de que me agobiaba perder los momentos que me ofrecían los libros que más me gustaban. Y empecé a comprar libros para no perderlos. Mi biblioteca es modesta, pero bastante selecta y por encima de los 150 títulos. (Llevo tiempo pensando en encargar un ex libris... sólo digo eso).

Siempre digo que no temo a la muerte. Lo que en realidad me da pánico es el olvido. Pero no a que me olviden -esas cosas pasan- sino a olvidar. Y al revés: me regodeo en la sensación de verme pequeña en brazos de mi abuela, de ver y recordar la diversión cuando he pasado tiempo haciendo el bobo con mis sobrinos -sí, soy la típica tía de cámara en mano a todas horas-, de recordar hechos del pasado -incluso cuando yo no existía- a través de las historias que me han contado en casa sobre cada foto, lo irresponsable de la juventud, de la amistad fugaz, de la duradera, del no gran amor de mi vida, de mi compañero de vida, de mi prematernidad y los momentos con mi hija...

En fin, adoro echar la vista atrás y traer al presente tantas y tantas vivencias que he atesorado en imágenes. Y es fácil: sólo tienes que observar la foto, conectar con ella y si hay personas, observar sus miradas. Sobre todo si es tu propia mirada. Y entonces... se produce la magia y ya estás allí, sintiendo lo que sentías. Es un precioso viaje al centro de tus recuerdos. Por eso me gusta la fotografía.

(El post ha quedado pelín fetichista con el tema pies. No es ninguna obsesión, es por preservar la imagen de los protas.)


10 comentarios:

  1. Quien no tiene una vida en imágenes? Lo bonito es poder verlas. Ver como el tiempo, siempre inexorable, nos ha cambiado. Ver còmo ha pasado gente por nuestras vidas y cómo las que verdaderamente importan se perpetúan en las fotos y van cambiando contigo. Es una ventana al pasado, que te hace ver el presente y pensar cómo sera tu futuro. Nuestro futuro

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    1. Una preciosa reflexión. ¿Será verdad eso de que todo se pega? :P Igual resulta que el que tiene que abrir un blog eres tú. Te doy el tema: cómo sobrevivir a una enferma de almacenar recuerdos jeje

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  2. Precioso, no he podido evitar la tentación de leer algo con lo que me he sentido tan identificada. Comparto ese miedo, pero por causas y rachas de mucho mucho dolor, que no es el momento de contar, he añadido otro miedo, el miedo a las épocas sin esas fotos, sin ese orden y lo peor sus porqués. Ahora vivo ensimismada, con mis nuevas obras, desde que nació Claudia. Pero procurando no obsesionarme si me falta un mirada, un día, un lugar, el dolor era demasiado grande, para un motivo tan pequeño. He bajado mi exigencia de reportaje. O eso creo

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    1. Sí ya ha pasado, hay que desvelar ese carrete y seguir revelando los que te ha dado la vida con Claudia. Es verdad que puede llegar a ser obsesivo, pero no es malo ;)
      Un besazo y gracias por leerme y comentar. Es un gusto :)

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    2. que conste que yo no he firmado, porque no soy asidua de blog, no me quería parar a ver como se hacía, lo de crear un usuario, me pudo más la rapidez en contestar por el tema de las fotos, de hecho es la primera vez que respondo a uno, y la segunda o la tercera que leo alguno. Soy tu tocaya mama de Claudia, aunque supongo que ya lo sabias.
      Me gusta leer como a todos, cosas que compartes, pero sobretodo, admiro la capacidad de síntesis de la que yo carezco de nacimiento. Me produce gran serenidad leer con bellas y sencillas palabras, lo que yo a veces hago tan complicado. Sera por eso, que no soy ni periodista, ni escritora.
      Supongo que si alguien cuelga algo, para que todo el mundo lo vea, querrá que lo leas, pero aún así, una vez más prefiero el papel.
      uff se me está llenando la cabeza de pros y contras, después de esta me termino abriendo uno seguro.
      y lo de crear un seudónimo, me esta animando

      un gusto leerte.

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    3. Jeje. Sabía que eras tú en cuanto has mencionado a Claudia. Pues animarte con el blog mujer. Suele venir muy bien y hoy hace falta ser ni escritora ni periodista. Es más, me atrevo a decir que si no lo eres,mejor, que somos muy chapas :P

      Besos fuertes!

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  3. A mí también me sigue gustando ver fotos en papel.
    Qué risa los pies xDDD

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    1. Bueno, no soy única con libros del papel. Ya nadie revela fotos...
      Pues si te digo que los pies me parecen horrendos... No sé qué me dio al buscarlas fotos jajajaj

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  4. Se puede decir que eres una maestra con los pies de foto...

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    1. xDDD
      Aunque no firmases, sabría quien hace este comentario. Qué lengua tan afiliada, querido.

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