martes, 23 de octubre de 2012

La autoridad competente


¡Oye, si al final le he encontrado utilidad al par de horas que me paso en el coche para ir  venir del trabajo! Me da tiempo para pensar de qué demonios voy a hablar cuando me suba al cajón... La cosa es que tenía pensado hablaros del lugar donde moramos mi humilde familia y yo (El Quiñón, Seseña, Pocelorandia...) pero me ha sucedido una anécdota que me ha hecho reflexionar. (No temáis, pienso contar lo más objetivamente que pueda lo que pasa por El Quiñón, entre otras cosas, porque hay novedades y carne fresca).



Igual alguno piensa: "Pues sí que empezamos bien, poniendo fotos gores". Nada de eso: esta fotografía fue tomada en la Puerta del Sol, año 2010, cuando la policía municipal de Madrid abrió fuego contra un sospechoso y una bala perdida impactó contra este señor que pasaba por allí. El resultado para este pobre hombre fue que perdió un ojo.

Me he acordado de este suceso porque esta mañana campaba yo por la Calle 30 (ejem, para ser una calle veo poca acera) y a la salida de una de las zonas cubiertas me he puesto a adelantar. Al poco tiempo, dos policías municipales se han puesto detrás mía. Yo iba pendiente por si debía apartarme pero, al no ver luces ni escuchar señales acústicas, continué adelantando al máximo de la vía (90 en ese tramo. Me sé la lección).

El primero de los motoristas me sigue muy, muy cerca y al final cedo a la presión y me aparto al carril central. Pasa el primer municipal y nada. Pero pasa el segundo, se queda a mi lado y me empieza a hacer señas para que le mire. Le miro que para eso es la autoridad, y se pone un dedo en el ojo como diciendo: "A ver si te fijas!"

¿¿¿A ver si me fijo??? ¡A ver si es que estamos acostumbrados a que nos pongan alfombra de seda cada vez que queremos hacer lo que nos salga del casco! Claro, porque recuerdo que iba a la velocidad máxima de la vía y ellos no me indicaron, como deben hacer reglamentariamente, que iban a alguna llamada urgente.

Creo que hemos hecho algo muy mal con algunas personas que ostentan la autoridad. Hemos dejado que se acostumbren a llevar SIEMPRE y en todo caso la razón, aunque se salten las normas por las que ellos mismos velan (como el civismo, por ejemplo, o las normas de tráfico). No soy ni mucho menos una antisistema (alguno incluso diría que soy demasiado fiel al sistema), pero lo que no veo tolerable es que haya determinadas personas en los cuerpos de seguridad que se crean por encima del bien y del mal. Es un mal que aqueja especialmente a las policías municipales. No sé por qué razón. Si no que se lo pregunten a las gentes de Coslada.

Pero también les pasa a otros como la Guardia Civil. Algún día os contaré la anécdota con el agente Vaqueriza y sus ganas de protagonizar "Corrupción en Seseña 2". La primera parte ya la vieron en sus mejores cines durante el verano de 2006 y sucesivos.

Moraleja: si algún día os sigue una patrulla de cualquier cuerpo de seguridad, por favor, parad el coche antes de hacer reverencias. Eso no viene en el código de circulación, pero tiene que ser peligroso hacerlo a la par.

8 comentarios:

  1. Me toca mucho la moral el abuso de poder. Por suerte no lo he vivido en mis carnes demasiadas veces...pero cuando toca, jode mucho.
    Besos!

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    1. La verdad es que yo tampoco lo he vivido como tal, pero ese tipo de actitudes son para mosquearse. ¡Esperemos que no nos toque!

      Besos!

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  2. El otro día, pasábamos en coche mi madre, unas vecinas y yo, regresando del pueblo. Había una patrulla de la GC en una curva, buscando algo. Uno de ellos nos indicó que podíamos seguir, pero al final de todos estaba el más desgraciado, que tenía los pinchos en la mano y nos hizo un gesto desafiante y burlesco de que nos los podía lanzar si quería. ¡Me dio una rabia!

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    1. Jo, normal. ¿Ves? Son este tipo de cosas las que hacen que al final los veas y pienses cualquier cosa que no esté relacionada con la labor que llevan a cabo, es decir, con velar por el bienestar de todos... Y ¡ay si hubieses dicho algo en ese momento!

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  3. Yo ya sabes que tengo debilidad por la Guardia Civil, que para algo compartí casa y lecho con uno. Pero si, el abuso de poder toca la moral. Y en tu caso, toca todavía más la moral no poder bajar la ventanilla y decirle 4 cosas. La policía de éste país tiene un problema, y es que mucho niñato se mete porque no tiene otro sitio al que ir, y lo digo por experiencias cercanas. Así va, que en vez de gente con vocación, son matones de patio de colegio...

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    1. Querida amiga: como se nota que hemos compartido muchas conversaciones. Jajajaja. Esa es la reflexión profunda y animal que tengo dentro sobre esos "versos sueltos" que se cargan el buen nombre de estas instituciones. Pero vamos, que si se te ocurre decir cualquier cosa, aunque sólo sea no estar de acuerdo, vas al cuartelillo así que... grrrr!

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  4. y no puede ser que hicieras algo mal?

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    1. Puede ser anónimo. Hago muchas cosas mal a lo largo del día. Pero te aseguro que repasé la situación una y otra vez y no encontré ningún motivo para su reacción. Me hubiese encantado saber por qué me abroncaba.

      Muchas gracias por comentar y pasar por aquí. :)

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